Cohesion social en dos comunidades indigenas y una mestiza de la RACCN: Tuara, Ispayulilna y El Carao

Enrique Cordón Suárez 1

Noe Guadamuz2

Yader Galo Sacasa 3

I. Resumen

Se presenta la valoración del estado de cohesión y desarrollo de dos comunidades indígenas y una mestiza, representativas de los diferentes grupos étnicos de la Costa Caribe Norte de Nicaragua (CCN). Las comunidades son: Tuara (Miskitu), Ispayulilna (Mayangna) y El Carao (Mestiza).Para la recopilación de la información se utilizó una metodología con enfoque cuantitativo y cualitativo. Las tecnicas de investigación fueron la entrevista y la encuesta. Estas se construyeron sobre la base de los indicadores definidos por la CEPAL (2010), y los indicadores de bienestar de los pueblos indígenas definidos por CADPI et al. (2008).

Con cada una de las comunidades, solicitamos su aprobación y participación en el proceso investigativo. Se acordó la devolución de los resultados del estudio en cada comunidad y en el caso de requerir negociación y derechos de autoría, esta sería compartida entre instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP4) , URACCAN y la comunidad.

Los resultados presentan a la comunidad de Tuara con un engranaje ya establecido de funcionamiento individual y colectivo en la comunidad, en donde toda la población goza de un buen nivel de unidad y confianza. Esto ha permitido cierto equilibrio en los procesos de desarrollo de vida y convivencia en la comunidad. Consideran que la clave de la estabilidad en la comunidad ha sido mantener redes sociales que se basan en la confianza y seguridad, lo que ayuda a que cada uno se cuide, se respeten y muestren cierto grado de solidaridad, así se superan dificultades más eficientemente.

De igual manera, la comunidad de Ispayulilna presenta un sistema de vida comunal bien organizado y funcionando sobre el hecho de pertenecer a un grupo étnico bien unido y cohesionado. Se visualiza confianza, unidad y respeto entre sus miembros, en especial por sus líderes comunales y religiosos. Muchos acuerdos verbales entre comunitarios se toman y se respetan, lo cual conlleva a entender que la comunidad aún se mantiene unida. A pesar de que la comunidad dispone de abundantes recursos naturales para su sobrevivencia y definen normas de uso y protección con fines de sostenibilidad, existe la situación de invasión de colonos en su territorio que afectan sus recursos naturales.

Contrariamente, la comunidad de El Carao se caracteriza por tener una baja cohesión social, ya que la gente percibe que la acción colectiva no sólo es difícil, sino que tiene baja incidencia en la construcción de una sociedad unida. La seguridad ciudadana es baja, dado que muchos de los habitantes provienen de diferentes zonas del país y se establecen de manera dispersa. Esto permite a que las relaciones vecinales no sean tan fuertes y prevalezca la desconfianza, afectando de manera significativa la posibilidad real de fortalecer el tejido social y la cohesión social entre los comunitarios.

Se recomienda trabajar el tema de liderazgo, reciprocidad, confianza social, participación y cooperación, como punto de partida para una cohesión social fortalecida, que ayude a la estabilización de los vínculos interpersonales e institucionales para agilizar procesos de desarrollo comunitario.

Palabras clave: cohesión social; confianza; unidad; acción colectiva.

II. Introducción

Se presenta una valoración sobre cohesión y desarrollo en las comunidades de Tuara (miskitu), Ispayulilna (mayangna) y El Carao (mestiza). El estudio tiene como objetivo central la dimensión social, tratando de captar la percepción comunitaria sobre sus condiciones de vida, basada en la cobertura de los servicios básicos, su propio desarrollo institucional, la presencia y cobertura de las instituciones públicas y su nivel de participación para el desarrollo de su comunidad.

Los pueblos indígenas de la Costa Caribe de Nicaragua históricamente han coexistido con la naturaleza, manteniendo cierto grado de unidad, confianza y solidaridad, lo cual les ha permitido mantener un entramado social cohesionado. No obstante, en los últimos 10 años se ha visto un cambio en el comportamiento comunal de relaciones interpersonales y que está repercutiendo en la estabilidad de la institución comunal. Al parecer las relaciones de confianza y de credibilidad sufrieron un cambio, en donde ciertas condiciones sociales dadas dieron lugar para dudar de todo y de todos (vecinos, amigos) y creándose un individualismo y desconfianza con todo.

Desde una perspectiva psicosocial, la cohesión es lo que le da vida a un grupo social, manteniéndolo unido y proporcionando mayor interacción, influencia social, productividad y satisfacción entre sus miembros (Sorj y Tironi, 2008). Esto conlleva a cierto desarrollo desde la visión del mejoramiento de las condiciones de vida de las personas y se traduce en mejor atención a la salud, mejor escolaridad, mayores y mejores sistemas de soberanía alimentaria, caminos, más participación, y mejor distribución colectiva de los ingresos generados, entre otras bondades.

La cohesión social hace referencia a «los comportamientos y valoraciones de los sujetos que forman parte de la sociedad, abarcando ámbitos tan diversos como la confianza en las instituciones, el capital social, el sentido de pertenencia y solidaridad, la aceptación de normas de convivencia y la disposición a participar en espacios democráticos y en proyectos colectivos» (CEPAL, 2007:15).

Este concepto social suele evocar un anhelo de unidad en el tejido social, lazos estables y desarrollo en la comunidad. En este escenario, la CEPAL (2010), presenta un concepto sobre cohesión social en el que se subrayan “las relaciones existentes entre los mecanismos institucionales de inclusión y exclusión y las percepciones de los ciudadanos con respecto a la operación de dichos mecanismos”.

Los resultados del estudio serán una herramienta de trabajo para las autoridades regionales, ya que identifica las potencialidades de cada comunidad, rescatar las experiencias exitosas de vida compartida y que les permita diseñar estrategias de atención y desarrollo social enfocada en reducir el deterioro de las relaciones sociales, fortalecer los lazos familiares y comunales que conllevaría a una sociedad cohesionada.

III. Revisión de literatura

Al analizar los procesos de vida comunal nos referimos a una noción de cohesión que incluye tres dimensiones fundamentales: 1) Como construcción de comunidades 2) Como coexistencia de individuos con una vida digna, autónoma, equitativa y participativa y 3) Como realización de derechos sociales (CEPAL, 2007).

Así, por ejemplo, algunos autores identifican una sociedad cohesionada cuando comparte una serie de valores y creencias, una cultura, entendida en el sentido como red compartida de significaciones sobre el mundo social y natural. Esto conlleva a una tener una comunidad estable y cooperativa.

Por otro lado, la cohesión es el punto de partida para que se den procesos de convivencia y desarrollo en una sociedad.

• Cohesión social

Es un tema nuevo en el debate académico y de políticas públicas en América Latina. En este contexto la construcción de un concepto de cohesión social pertinente a la realidad de la región adquiere mucha relevancia. Desde el enfoque de la Comunidad Europea, la cohesión social es “la capacidad de una sociedad de asegurar el bienestar de todos sus miembros, minimizando disparidades y evitando la polarización” (Sorj y Tironi, 2008:13). En la concepción europea, se enfatiza el examen de los enlaces sociales e institucionales necesarios para asegurar el bienestar de la sociedad en su conjunto, en cuyo marco se busca compatibilizar el crecimiento económico con la justicia social.

La concepción parte de que la cohesión social se construye sola mediante la disminución de brechas, vía la provisión de servicios que le garantizan a la población las capacidades para participar de la sociedad. Se plantea que esta consiste en la capacidad de una sociedad para asegurar el bienestar de todos sus miembros, minimizando las disparidades y evitando la polarización (Comité Europeo para la Cohesión Social, 2009).

Por otro lado, la posición en América Latina sobre la cohesión se basa en la familia, en sus relaciones de convivencia y en sus sistemas productivos. Por tanto, los temas de política pública que afectan las posibilidades de lazos para crear cohesión, y aquellos que se convertirían más bien en amenazas frente a ella como: la delincuencia, la desconfianza y las políticas sobre la familia, por ejemplo, serían también temas clave (Sorj y Tironi, 2008:101).

A partir de estas consideraciones, se construye una definición de cohesión para Latinoamérica, siendo: “es una comunidad de individuos libres que se apoyan en la búsqueda de objetivos comunes bajo medios democráticos, que conlleva al bienestar de vida…” (CEPAL, 2007:16).

En este escenario, la CEPAL (2007) elaboró un primer enfoque sobre el tema de cohesión social para la región (AL) dirigido a “las relaciones existentes entre mecanismos de inclusión y exclusión y las percepciones de los ciudadanos con respecto a la operación de dichos mecanismos”.

También, la CEPAL desarrolló un marco de referencia y un sistema de indicadores para la medición de la cohesión social en los diferentes países de la región, los cuales constituyen la expresión operativa de dicho concepto. Es una construcción de una visión del desarrollo que trasciende el crecimiento económico y sienta sus bases sobre principios rectores de equidad e integración social.

Tabla No. 1. Indicadores de cohesión desde la CEPAL (2010)


Distancia

Institucionales

Pertenencia

Pobreza e ingresos

Empleo

Protección social

Educación

Brecha digital

Salud

Consumo

Acceso a servicios

Sistema Democrático

Estado de Derecho

Reducción de la corrupción

Justicia y seguridad humana

Políticas públicas

Instituciones del mercadeo

Multiculturalismo

Capital social

Expectativas de futuro

Integración y afiliación social

Valores pro sociales


En esta propuesta se plantea un primer conjunto de indicadores que captura el papel de las instituciones en distintas áreas de la vida social. A través de estos indicadores institucionales se busca captar el esfuerzo relativo de las esferas pública y privada (familias y mercados) en la provisión de bienestar y en la reducción de las brechas sociales, como soporte para la cohesión social.

No obstante, estos indicadores se diseñaron sin la participación de los pueblos indígenas, por ello no es sorprendente que criterios de vida social, económica y ambiental no estén recogidas en estos indicadores. Es decir, muchos de los indicadores no aplican para los pueblos indígenas.

Indicadores relevantes de bienestar de los pueblos indígenas

Desarrollar indicadores relevantes de vida para los pueblos indígenas significa desarrollar modos de expresar su situación y problemas. Esto puede hacerse a través de la creación de indicadores propios de cada contexto social y ambiental.

En Nicaragua, a nivel más básico (los censos de población), el simple desglose de algunos de los datos recogidos puede ayudar a detectar la discriminación, la desigualdad y la exclusión de los pueblos indígenas. Permite también comparaciones directas entre los pueblos indígenas y otros grupos sociales. Pero, sea cual sea el enfoque que se adopte, es crucial que los pueblos indígenas participen en la definición de los temas a tratar y de los indicadores a utilizar y que se tengan en cuenta sus propios concep¬tos de bienestar y desarrollo.

Fue al advertir la invisibilidad de los pueblos indígenas en los Objetivos del Milenium (ODM) cuando el Foro Perma¬nente para las Cuestiones Indígenas (FPCI) decidió comenzar a trabajar en los in¬dicadores sobre el bienestar de los pueblos indígenas. Son indicadores que se definieron desde la visión, percepción, necesidades y estabilidad emocional de las comunidades indígenas, Por lo tanto una adecuada cobertura y calidad de los servicios a la población se relacionan directamente con mayores oportunidades, convirtiéndose en un elemento fundamental a considerar por los responsables de la política.

Muchos de estos indicadores son iguales o similares a los planteados por la CEPAL (2010).

Tabla No. 2. Indicadores de bienestar social de pueblos indígenas (CADPI, et al. 2008)


Seguridad de los derechos sobre territorios, tierras y recursos naturales

Reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas a controlar sus territorios, tierras y recursos naturales (indicadores estructurales)

• Protección legal de los derechos a poseer, gestionar, utilizar territorios, tierras y recursos naturales.

• Aplicación del consentimiento libre, previo e informado.

• Protección frente a la enajenación de la tierra y el desplazamiento de la gente.

• Respeto a los derechos de los pueblos indígenas a gestionar y utilizar los recursos naturales.

Ampliación efectiva de mecanismos para realizar los derechos de los pueblos indígenas sobre sus territorios, tierras y recursos.

Progreso en la demarcación de los territorios de los pueblos indígenas.

Progreso en el registro de las tierras y territorios de los pueblos indígenas.

Eficacia de los mecanismos de reclamación.

Integridad del patrimonio cultural indígena

Leyes y políticas para promover el reconocimiento, la protección y el fomento del patrimonio cultural indígena.

• Existencia y aplicación de leyes y políticas que reconozcan, protejan y fomenten el patrimonio cultural indígena (conocimientos y culturas indígenas, lenguas indígenas, prácticas de salud tradicionales, producción y subsistencia tradicional, espiritualidad y religiones, derecho consuetudinario, derechos de propiedad intelectual).

Fomento de las lenguas indígenas.

• Situación y tendencias en materia de diversidad lingüística y número de hablantes de lenguas indígenas.

Proteger la producción y la subsistencia tradicional.

• Inclusión de las prácticas de caza y recolección en los sistemas económicos modernos – pluralismo económico.

• Situación de las semillas, los alimentos, vegetales y las medicinas tradicionales y de los animales para alimentación, así como prácticas culturales asociadas a su protección y supervivencia.

Ejercicio de leyes e instituciones consuetudinarias.

• Número de comunidades indígenas con leyes consuetudinarias documentadas y codificadas.

• Leyes codificadas reconocidas por el gobierno local y nacional, adoptadas y utilizadas para la resolución de conflictos por los pueblos indígenas.

• Existencia e influencia de instituciones consuetudinarias.

Transmisión del patrimonio cultural indígena.

• Número de jóvenes, mujeres y ancianos que participan en la transmisión de conocimientos.

Respeto a la identidad y no discriminación

Libre determinación

Participación plena, informada y efectiva.

• Consentimiento libre, previo e informado.

Libre circulación.

• Acceso a los servicios básicos.

• Control de la tierra, mar, ríos y recursos naturales.

• Acceso y participación en la política.

• Control de las estructuras sociales.

Educación culturalmente apropiada

Políticas y leyes sobre educación indígena.

• Acceso a la educación.

• Sistema educativo de conocimientos y cultura de los pueblos indígenas.

• Retención y uso de las lenguas indígenas.

• Autoridades educativas indígenas.

Salud

Programas de salud estatal.

• Política y programas de salud indígena.

• Salud física y mental.

• Práctica a de la medicina tradicional indígena.

• Salud del ganado y los animales.

• Salud del ecosistema.

• Incidencia de la violencia y la delincuencia.

• Servicio de agua potable.


Indicadores Relevantes para Pueblos Indígenas: Un texto de referencia (CADPI, et al. 2008).

Por lo tanto, cada uno de estos indicadores de convivencia social y comunitaria se deriva de cómo la comunidad percibe el bienestar comunal. Entonces, si se tiene un mayor bienestar, se logran efectos positivos sobre la cohesión social.

Sin embargo, el estudio en cuestión no se limita al análisis de variables objetivas, sino que también se interesa por medir de forma subjetiva la cohesión social al evaluar la percepción comunitaria a través de la confianza de la población, la solidaridad social, el grado de participación en la sociedad y las expectativas a futuro que tienen con respecto a la situación del país en general. De esta forma, se toman en cuenta las características socioeconómicas que influyen más directamente en la percepción de las personas sobre sus posibilidades de acceder al bienestar y que, por lo tanto, contribuyen a conformar actitudes y comportamientos que facilitan o dificultan el logro de acuerdos sociales.

IV. Materiales y método

Inicialmente se realizó una primera visita a cada una de las comunidades objeto de estudio. El fin de esta visita fue contactar a los líderes y plantear los intereses institucionales de realizar la investigación y los beneficios de los resultados del estudio para la comunidad.

Seguidamente se acordó y organizó una asamblea en cada comunidad con los pobladores, con el fin de explicar los objetos del estudio. Algunos comunitarios preguntaron en qué les beneficiaría, ya que muchos estudios se han hecho en su comunidad y no se conocen los resultados. Se les hizo la aclaración debida y explicación a detalle sobre en qué les beneficiaría el estudio.

Se acordó que con la entrada de los encuestadores ellos facilitarían la información necesaria para que el estudio se realice debidamente. De igual manera se acordó la conformación de dos grupos de trabajo por comunidad, estando formados por dos encuestadores (estudiantes de Sociología de la URACCAN), un representante de la URACCAN (docente) y un representante de la comunidad escogido por los líderes comunales. Finalmente, acordamos la devolución de los resultados del estudio en cada comunidad y, que en el caso de requerir negociación y derechos de autoría, ésta será compartida entre IEEPP, URACCAN y la comunidad.

En estos acuerdos se considera mantener los principios éticos y de valores interculturales, conservando siempre el respeto por los saberes de los comunitarios, el consentimiento libre, previo e informado a como lo establece el marco filosófico de la URACCAN.

Para la recopilación de la información se utilizó una metodología con enfoque cuantitativo y cualitativo. Se emplearon como técnicas de investigación la entrevista y la encuesta con sus respetivos instrumentos (guía de entrevista y cédula de entrevista). Estas se construyeron sobre la base de los indicadores definidos para este estudio y que se derivan de los planteados por la CEPAL (2010), y los indicadores de bienestar de los pueblos indígenas definidos por CADPI et al. (2008).

La información primaria se obtuvo de las entrevistas dirigidas y encuestas de opinión de los líderes y comunitarios. Estos orientaban a valorar aspectos básicos de interés que activan el engranaje social de las comunidades y que nos permitan deducir el nivel de cohesión social. La información secundaria se obtuvo de instituciones y organismos regionales (informes anuales de salud y educación, diagnósticos comunales).

Para el estudio se tomaron como referencia los indicadores generales plateados por la CEPAL (2010), sobre la cohesión social y los Indicadores de bienestar social propuestos por pueblos indígenas (CADPI et al, 2008). Se identificaron los indicadores que retoman el contexto social y ambiental de las comunidades indígenas de la RACCN y se validaron por un equipo de docentes del área de Ciencias Humanas y Ambientales de la URACCAN, recinto Bilwi. El cuadro de los indicadores considerados para este estudio.

Tabla No. 4. Indicadores definidos para valorar cohesión

Percepción comunitaria sobre sus condiciones de vida.

Cobertura y acceso de educación.

Cobertura y acceso a la salud (Política y Programas de salud indígena).

Práctica de la medicina tradicional indígena.

Servicio de agua potable.

Estado del medio ambiente (salud del ecosistema, control de la tierra, ríos y recursos naturales.

Empleo formal e informal.

Vivienda y

Condiciones.

Desarrollo institucional.

Liderazgo comunal.

Seguridad comunal.

Espiritualidad y religión.

Confianza comunal.

Inclusión de la población comunal.

Igualdad de derechos y beneficios.

Reconocimiento comunal.

Sentido de pertenencia comunal.

Participación comunal.

Participación comunal y acción colectiva

Participación comunal en políticas de desarrollo comunal.

Participación de organizaciones civiles comunitarias.

Programas sociales de beneficio comunal.

Transmisión del patrimonio cultural indígena.

- Jóvenes, mujeres y ancianos que participan en la transmisión de conocimientos.

V. Resultados y discusión

A. Comunidad de Tuara (miskitu)

La comunidad está ubicada a unos 11 kilómetros de la carretera troncal Bilwi-Waspam y colinda con las siguientes comunidades: Al norte Krukira, al sur Kuakuil, al este Boomsirpe y al oeste Sisin. Tiene una población de 1,930 habitantes agrupados en 430 familias, con una media de 5 personas por familia. El 48% de la población es del sexo masculino. El 55% de la población está en el rango de edad de 0-20 años, lo cual es un indicador de población muy joven.

Respecto a la distribución de las viviendas en el área comunal, están de forma desorganizada, sin una estructura urbana y con orientación siempre hacia la carretera y alrededor de la Iglesia Morava (principal agrupación religiosa). A lo interno la comunidad no se organiza geográficamente por barrios, sino por sector, es así que se localizan los sectores lalma, lila y muna, es decir: arriba, centro y abajo.

Con relación a los patios, están definidos por líneas imaginarias o por barreras de árboles frutales, las cuales son respetadas por los vecinos. La existencia de cercas para los patios es nula, salvo para los pequeños huertos caseros y como forma de protección de los animales domésticos.

La comunidad tiene su propia forma organizativa de funcionamiento comunal y está reconocida en la Ley 28 y Ley 445. Su estructura orgánica de funcionamiento es: wihta (juez), síndico (administrador de los recursos naturales), guía espiritual, maestros de escuela y el consejo de ancianos. Son quienes orientan el rumbo de la comunidad sobre la base de toma de decisiones en asambleas comunales plenas.

En cuanto a la tenencia de la tierra, es de régimen comunal, donde todos los miembros de la comunidad tienen derecho de acceso y uso de los recursos naturales para el desarrollo de sus actividades de subsistencia como la pesca, cacería, aprovechamiento forestal de uso local, así como la práctica de la agricultura de subsistencia.

De igual manera se definen áreas de uso común dentro del territorio. Tal es el caso de las utilizadas para cultivos agrícolas, áreas de aprovechamiento del bosque, así mismo los ríos. Sin embargo, también se definen áreas de uso familiar, las cuales son designadas a determinadas familias y donde únicamente pueden hacer uso de los recursos dentro del área. Son ejemplo de áreas de usos familiar el solar o patio donde establecen la casa familiar y las parcelas productivas donde se establecen los cultivos anuales, así como frutales.

De manera general se observa un engranaje ya establecido de funcionamiento comunal individual y de procesos, en donde toda la población comunal se conoce y existe cierta unidad a través de la confianza entre sus habitantes, en donde gran parte tiene relación de parentesco familiar.

A pesar de que algunos comunitarios manifestaron no sentirse a gusto con sus condiciones de vida actual en la comunidad, existe un entramando social que está funcionando bastante cohesionado. Existe un sistema de salud y educación que resuelve las necesidades básicas comunales, pero también es notorio que las familias siempre aprovechan los espacios de convivencia familiar para desarrollar la educación informal, esto contribuye a mantener la unidad familiar.

En cuanto a la condición medioambiental de manera general, se encuentra bien y consideran que no existen acciones de contaminación de sus fuentes hídricas. Practican un sistema productivo muy diverso garantizando la soberanía alimentaria, y a pesar de no existir empleo formal en la comunidad, la mayoría se encuentra ocupada en las labores diarias de producción del alimento de la familia.

El liderazgo comunal garantiza la organización y gestión de los recursos, las relaciones colectivas en la comunidad y los arreglos con actores externos. La comunidad también presenta un ambiente de confianza y seguridad para los habitantes y visitantes, a excepción de algunos casos esporádicos de robos domésticos, que generalmente se resuelve por el juez en la comunidad.

La identidad étnica viene a fortalecer el sentido de pertenencia comunal y regional, considerando que en la región un gran número de habitantes son indígenas, pero también muestran una gran identidad por su comunidad, consideran que es el espacio saludable de descanso y disfrute familiar, es el ambiente cercano al buen vivir comunal.

Algunos entrevistados consideran que la clave de la confianza, seguridad y cohesión radica en el hecho de que todos dentro de la comunidad se conocen, lo que garantiza que cada uno se cuide, se respeten y muestren cierto grado de solidaridad.

Dentro de los principales problemas planteados están: La falta de letrinas, falta de medicamentos, transporte y carreteras en mal estado.

Finalmente se identifican muchas acciones positivas que conlleva a tener una comunidad socialmente cohesionada, y son elementos que los programas de gobierno deben de identificar y fortalecer en las comunidades.

B. Comunidad Ispayulilna (mayangna)

La comunidad Ispayulilna se encuentra ubicada en el territorio Mayangna Sauni Arungka, al este del cerro Uban, en las orillas del río Tungkih, perteneciente del Municipio Bonanza. El nombre de la comunidad es Ispayulilna/kakauwas, pero personas de habla español confunden el nombre con Españolina.

En la comunidad habitan unas 664 personas, 56% masculino, aglomerada en unas 127 familias que se identifican como mayangnas con variante panamahka. Su lengua materna es panamahka, pero muchos de los habitantes dominan el Español y Miskitu. La comunidad está dividida en tres sectores: Papus, Waskun y Krabu.

Los encuestados en la comunidad de Ispayulilna manifestaron que sus condiciones de bienestar de vida son entre media a baja. A pesar que los entrevistados manifestaron sentirse a gusto con sus condiciones de vida, pero manifiestan la necesidad de mejorar elementos básicos como la salud, educación y las viviendas que contribuirían a vivir mejor.

En la comunidad de Ispayulilna se visualiza un sistema de vida comunal muy bien organizado y funcionando sobre el hecho de pertenecer a un grupo étnico bien cohesionado. Se visualiza confianza, unidad y respeto entre sus miembros, en especial por sus líderes comunales y religiosos. Muchos acuerdos verbales entre comunitarios se toman y se respetan. Esto conlleva a entender que la comunidad aún se mantiene unida y cohesionada.

Por otro lado, aun la educación informal desarrollada por las familias es de gran valor cultural. Esto genera formación en valores culturales y equilibrio de vida comunal. De igual manera, las relaciones familiares de manejo de los sistemas productivos es la clave para mantener la estabilidad familiar y es valorada por encima de muchos procesos sociales que se desarrollan a lo interno de la comunidad.

A pesar de que la comunidad dispone de abundantes recursos naturales para su sobrevivencia, y definen normas de uso y protección con fines de sostenibilidad, existe la situación de invasión de colonos en su territorio que afectan sus recursos naturales. Esto ha provocado cierta inestabilidad en el equilibrio familiar y social del entramado comunal, ya que la meta fundamental del sistema productivo comunal es garantizar el sustento, y lo más importante no es maximizar la producción, sino la posibilidad de subsistencia.

Cabe mencionar que la economía comunitaria se basa en la confianza, reciprocidad y solidaridad de ayuda mutua, lo cual suele funcionar cuando las condiciones son estables, pero en situaciones de inestabilidad, cada comunitario se refugia en su individualidad. El fenómeno de la invasión de colonos es un factor de rompimiento de la confianza, unidad y cohesión que existe en la comunidad.

No se visualizan acciones de exclusión a lo interno de la comunidad y el sentido de pertenencia es alto. Todos los comunitarios tienen los mismos derechos, son invitados a las asambleas y participan en la toma de decisiones que concierne a la comunidad. De igual manera los beneficios sociales y económicos gestionados se hacen el esfuerzo de distribuirlo equitativamente entre todos los miembros.

Dentro de los principales problemas planteados: la invasión de colonos que ponen en peligro sus medios de vida, la poca inversión del Estado para el mantenimiento de la infraestructura física educativa, falta de bibliotecas y de material didáctico, falta de letrinas, y la contaminación del río Tungkih por la minería artesanal. Este río es una de las principales fuentes de abastecimiento de agua y lugar de pesca.

C. Comunidad el carao (mestiza)

La comunidad El Carao está ubicada en el municipio de Siuna, Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN), a 20 kilómetros al Noreste del área urbana del municipio. Es una comunidad pequeña con una población aproximada de 500 habitantes (Censo municipal Bonanza, 2010), agrupados en 120 familias, en un área comunal de 5000 manzanas. Según los primeros habitantes, la comunidad tiene ese nombre porque antes existía un inmenso árbol de carao a la orilla del río, pero debido a las fuertes lluvias e inundaciones el árbol desapareció, quedando con ese nombre dicha comunidad.

En los años 80 del siglo pasado, la comunidad se encontraba totalmente deshabitada por consecuencia de la guerra que se vivió en el país. Las familias emigraron a diferentes zonas del país y se perdió el contacto con el ambiente natural de la comunidad. Toda relación de vida y trabajo que existía entre los miembros y la organización social comunal se perdió.

A partir de la década de los 90, con cierta estabilidad política en el país, muchas de las familias retornaron a su comunidad y conformaron su estructura comunal para ordenar su sistema de vida. Algunos recuperaron sus tierras para trabajarlas y otrao para venderlas. Esta situación provocó que muchas nuevas familias y personas llegaran a la comunidad desde el poblado de Río Blanco y Waslala con una visión de desarrollo pecuario. Por otro lado se inició una alta movilidad de personas (emigración e inmigración), sumado a la movilidad de propiedades (compra y venta). Hasta ahora se desconoce el dato exacto de cuánto es la población actual originaria (fundadora) de la comunidad.

Actualmente el territorio de El Carao tiene únicamente cerca del 20% de su área cubierta de bosque. En el resto del área se trabaja agricultura y ganadería. La ganadería es realizada principalmente por personas que llegaron de Río Blanco y Waslala, lo cual ha contribuido al cambio de uso del suelo y a la pérdida de cobertura vegetal.

Con respecto a la educación, a la comunidad llega a partir de 1995, cuando un grupo de comunitarios se organizaron y fueron a solicitar al Ministerio de Educación este servicio para sus hijos. Ese mismo año los padres de familia construyeron la primera escuela de madera y el Ministerio de Educación designó un maestro para atender la escuela. Es hasta el año 2002 cuando otras instituciones comenzaron a llegar a la comunidad, como la URACCAN, UNAG, MOMSEVID, “Paula Mendoza Vega”, IPADE, Salud sin Límites, apoyándonos en la educación, salud y mejoramiento de los sistemas productivos.

En resumen, es una comunidad que ha estado marcada por los procesos históricos políticos que se dieron en el país, lo cual ha provocado una alta movilidad de familias. Actualmente, es muy común la alta movilidad de personas externas a la comunidad con intereses diversos. Esto ha dificultado a los comunitarios desarrollar procesos conjuntos de organización y consolidación de la estructura comunal que les permita orientar el desarrollo comunitario.

La comunidad El Carao se caracteriza por tener una baja cohesión social, ya que la gente percibe que las acciones colectivas no sólo son difíciles, sino que tienen baja incidencia en la construcción de una sociedad unida. Esta comunidad ha estado marcada por los procesos históricos políticos que se dieron en el país en épocas pasadas y esto ha provocado una alta movilidad de familias.

La percepción comunitaria en general sobre sus condiciones de vida y los servicios básicos que disponen (educación, salud, transporte, carreteras, agua y saneamiento, entre otros) es deprimente. A su vez, se visualiza un alto grado de desconfianza entre sus miembros, donde la seguridad ciudadana llama mucho la atención, dado que muchos de los habitantes provienen de diferentes zonas del país y se establecen en la comunidad de manera dispersa, esto contribuye a que las relaciones vecinales no sean tan fuertes y dificulta la cohesión social. Pocos comunitarios son oriundos de la comunidad y evita mantener ese vínculo de origen comunal.

Se recomienda trabajar el tema de la confianza social como punto de partida para una cohesión social fortalecida ayuda a la estabilización de los vínculos interpersonales y los vínculos con las instituciones y organizaciones. Toda sociedad necesita vínculos para avanzar en su desarrollo.

VI. Conclusiones

De manera general, la comunidad de Tuara presenta un engranaje ya establecido de funcionamiento individual y colectivo, en donde la mayoría de la población goza de unidad y confianza entre sus habitantes. Esto ha permitido cierto equilibrio en los procesos de desarrollo de vida y convivencia en la comunidad. Consideran que la clave de la comunidad ha sido mantener las redes sociales que se basan en la confianza y seguridad, lo que ayuda a que cada uno se cuide, se respeten y muestren cierto grado de solidaridad.

De igual manera, la comunidad de Ispayulilna, presenta un sistema de vida comunal bien organizado y funcionando sobre el hecho de pertenecer a un grupo étnico bien cohesionado. Se visualiza confianza, unidad y respeto entre sus miembros, en especial por sus líderes comunales y religiosos. Muchos acuerdos verbales entre comunitarios se toman y se respetan. Esto conlleva a entender que la comunidad aún se mantiene unida. A pesar de que la comunidad dispone de abundantes recursos naturales para su sobrevivencia y definen normas de uso y protección con fines de sostenibilidad, existe la situación de invasión de colonos en su territorio que afectan sus recursos naturales. Esto ha provocado cierta inestabilidad en el equilibrio familiar y social del entramado comunal.

Contrariamente, la comunidad de El Carao se caracteriza por tener una baja cohesión social, ya que la gente percibe que la acción colectiva no sólo es difícil, sino que tiene baja incidencia en la construcción de una sociedad unida. La seguridad ciudadana es baja, dado que muchos de los habitantes provienen de diferentes zonas del país y se establecen en la comunidad de manera dispersa. Esto contribuye a que las relaciones vecinales no sean tan fuertes y prevalezca la desconfianza, afectando de manera significativa la posibilidad real de fortalecer el tejido social y, como consecuencia, la cohesión social entre los comunitarios.

Se recomienda trabajar el tema de liderazgo, reciprocidad, confianza social, participación, seguridad ciudadana y cooperación, como punto de partida para una cohesión social fortalecida, que ayude a la estabilización de los vínculos interpersonales e institucionales para agilizar procesos de desarrollo comunitario.

VII. Lista de referencias

Alcaldía Municipal (2010). Diagnóstico de la comunidad El Carao, RAAN.

CADPI, et al. (2008). Indicadores Relevantes para Pueblos Indígenas: Un texto de referencia. Versión en español publicada por CADPI.

CEPAL (2010). Cohesión social en América Latina. Una revisión de conceptos, marcos de referencia e indicadores. Naciones Unidas.

CEPAL (2007). Comisión Económica para América Latina y el Caribe/EUROsociAL. Un sistema de indicadores para el seguimiento de la cohesión social en América Latina y el Caribe, Santiago de Chile, inédito.

CEPAL (2007). Un sistema de indicadores para el seguimiento de la cohesión social en América Latina y el Caribe (LC/G.2362). Santiago de Chile, diciembre.

IDH (2005). Índice de Desarrollo Humano para las Regiones Autónomas de la Costa Caribe de Nicaragua.

IREMADES (2011). Diagnóstico socioeconómico de la comunidad de Tuara. RAAN.

MECD (2011). Censo de educación del municipio de Bonanza. RAAN, Nicaragua.

SORJ, BERNARDO y EUGENIO TIRONI (2008).«Cohesión social en América Latina: un marco de investigación». Proyecto Nueva Agenda de Cohesión Social en América Latina. Cieplan e instituto Fernando Henrique Cardoso.

TIRONI, EUGENIO (2007). «Cohesión social en Chile: el retorno de un viejo tema». Quórum, Revista del Pensamiento Iberoamericano Nº18. Madrid: Universidad de Alcalá.


1 PhD. Enrique Cordón Suárez, especialista en agroecología y medio ambiente, docente e investigador de URACCAN. [email protected]

2 M.Sc. Noe Guadamúz, especialista forestal, docente e investigador del área de Ingeniería agroforestal URACCAN BILWI. [email protected]

3 M.Sc. Yader Galo Sacasa, especialista agroforestal, docente e investigador del área de Ingeniería agroforestal de URACCAN BILWI. [email protected]

4 IEEPP: instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas. Su aporte de recursos hicieron posible esta publicación.

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