Malu Otero

Nació en Bragança Paulista, São Paulo, Brasil. Doctora en Lingüística Aplicada por la UNICAMP – Universidad Estadual de Campinas, con postdoctorado en la Universidad de Málaga, España. Ha sido docente de Lengua Española en la UNESP – (Universidad Estadual Paulista, campus de Assis; 1989-2012). Vive en Assis, São Paulo. Publicó en 2013 el poemario bilingüe Entre Nós os Laços/Nosotros, Nudos y Lazos y, en 2012, Yo No Sé Mañana… Poesías de Amor. Participó en las siguientes antologías: Cien Poemas a Nicanor Parra (2014); Homenaje a José María Arguedas (2014); Homenaje a Vinicius de Moraes (2014); Homenaje a César Alva Lescano (2014); Antología del Guadalquivir (2013); Mil Poemas a José Martí (2013); Mil Obras a Oscar Alfaro (2013); Mil Poemas para Gonçalves Dias (2013); Mil Poemas a Miguel Hernández (2013); Mil Poemas a Neruda (2012) y Cien de los Mil Poemas a Neruda (2012). Participó en los encuentros de escritores en Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, México, Nicaragua y Perú. Recibió las premiaciones: Trilce de Oro (2013) y Trilce de Oro al Pie del Orbe (2014), en Perú; Comenda Gonçalves Dias (2013), en Maranhão, Brasil; Presea Nubes Verdes de Montalvo (2013) en Ipiales, Colombia y Premio de Arte y Literatura Interarte 2014 en la categoría Mejores Libros de Poesía, en la ALG – (Academia de Letras de Goiás, Brasil). Es socia activa de la Unión de Escritores y Artistas de Tarija (Bolivia), socia fundadora de la Associação de Escritores de Assis y socia corresponsal de la Academia de Ciencias, Letras y Artes de Vitória (Espírito Santo, Brasil). Embajadora Universal de la Cultura por la Unión de Escritores y Artistas de Tarija y Unión Latinoamericana de Escritores. Cónsul de Assis, por el movimiento Poetas del Mundo.

AVE LIBERTARIA

Malu Otero

Pregona la fuerza y fe

Ave libertaria en canto

En razón para la lucha

Transformadora del llanto

Por una vida más digna

Por romper el desencanto

Al amar su patria tanto

Poeta con maestría

Denuncia la injusticia

Enciende con gallardía

Alertas contra esos seres

Que imponen su cobardía

Y hacen con alevosía

Que siga la esclavitud

Del hombre por los demás

La codicia sin virtud

Todo eso lo denunciaste

En un canto sin laúd

José Martí fuiste tú

Un hombre de gran ciencia

Que supo soplar la llama

De amor a la independencia

Padre de la patria eres

El mundo te reverencia

POESÍA

Malu Otero

Aroma de sol dorado

Silencios de primavera

Amor por siempre guardado

Canción en la poesía

En el corazón creciente

Vida en totalidad

No importa lo efímero

O si la ausencia es

El estandarte del yo

Quisiera estar e ir

Mas solo importa sentir

Más que todo ser

Aroma de sol dorado

Amor por siempre guardado

RECUERDOS

Malu Otero

Cuando llega la noche más te pienso,

me siento anclada en un puerto seguro,

en el muelle tú estás como en un lienzo

plasmado y mi pensamiento es tuyo.

Ambos en el muelle de los deseos,

ya no queda más que ese amor puro.

cuando llega la noche más te pienso,

me siento anclada en un puerto seguro.

Te doy mi alma y todo lo que existe:

el deseo de juntos proseguir.

Olor a azahar del oriente insiste

En recuerdos que me hacen revivir.

Cuando llega la noche más te pienso…

ASÍ COMO TÚ

Malu Otero

Quizás hubiera sido todo distinto.

Quizás, no lo sé, no lo puedo asegurar

porque todo ha sido como fue,

así no más…

Quizás ya te hayas arrepentido

y busques otro camino para amar

otra ruta, otro destino, pues…

Así no más…

Quizás nos hayamos equivocado.

Quizás, ahora lo pienso así, eso es nuevo.

Otro horizonte busco y quiero,

Así como tú…

CUERPO MOJADO

Malu Otero

Bien cerca, pegado

Un cielo estrellado

El cuerpo mojado

De noche descubro

Un poco de todo

En un cielo oscuro

Los ojos cerrados

Revelan hallazgos

Ahora tan claros

Mi cielo tú eres

Y sabes hacerme

La razón perder

Bien cerca, pegado

El cuerpo mojado

HORIZONTE MAIS ALÉM

Malu Otero

Roubou no meu território

Meu pedaço de areia

E, com jeito bem simplório,

Foi tecendo sua teia.

Peço-te: não invadas mais

O chão por mim conquistado,

Vê se me deixa em paz,

Fica quieto no passado.

Quando queira te sentir

Olho lá pro azul do céu,

Mas não quero teu bramir,

Nem a tua onda ao léu.

Noiva da fatalidade,

Levo-te no meu querer,

Mas com tal impunidade

Continuas a exercer

O teu mando universal,

Carregando o material,

Arrancando o alicerce

Do amor plantado mal.

Vai ficando o puro sal,

Do resto até já se esquece...

Só se vê toco de pau,

Mas nenhum verde aparece.

Planta já não brota lá!

Ainda que isso aconteça

Um deserto vai virar,

Pra que nunca mais se esqueça.

E quando o dia anoiteça

O frio vai tomar conta,

A lua que não apareça,

Não faça tamanha afronta.

Céu carregado de nuvem,

Mar carregado de sal,

Antes que os olhos se nublem

Me despeço em minha nau.

Navegando busco olhar

Horizonte mais além,

Não queira me limitar

Na procura do meu bem.

Bayardo Solis

Nacido en ciudad Rama el 8 de agosto de 1981 y desde los 6 años vive en la ciudad de Bluefields, identificado como Mestizo. Es aficionado a la lectura y estudios bíblicos, principalmente teológicos. De profesión es constructor y se especializa en reparación y mantenimiento.

Desde pequeño le ha gustado la lectura, la poesía, la música y por tanto el cantar, siendo su principal sueño la publicación de sus escritos, los cuales narran sus experiencias y vivencias cotidianas en un contexto multicultural.

También es esposo y padre de dos hijos.

El perfume de papá

Como el viento en mi ventana,

como el sol en su esplendor,

como sombra en el desierto es mi padre un gran señor,

desde niño me has cuidado como un león protector,

que en el parto de mi madre con brazo fuerte me tomó,

me miraste y contemplaste: ¡Maravillosa Creación!

Depositaste tu confianza en ese niño llorón.

No miraste a lo débil ni el material inferior,

vistes tus semejanzas, miraste mi corazón,

me regalastes dones, me diste tu calor

y prometistes estar conmigo sin peros ni condición.

Eres tú el amor divino, héroe de mi corazón.

Eres luz en las tinieblas de las dudas y confusión

como el rocío del cielo me acompañas donde voy.

Eres mi amigo secreto, la razón de mi inspiración.

Papi, lindo amado, sé que nunca me has dejado

y aunque a veces me siento solo,

tu presencia está a mi lado,

tus manos tan suaves y tiernas que acarician tan despacio

y yo sin darme cuenta que me llevas entre tus brazos.

Desde que sale el sol

Como los lirios del campo, como los rayos del sol.

Es para mí un honor amigo trabajador

dedicar en este día, una hermosa poesía

que a tus oídos sean como una linda melodía.

Te levantas cada día, para ir a trabajar mientras tus hijitos dicen quédate un ratito más

me hacen falta tus abrazos, el estar entre tus brazos y poderlos estrechar.

Entre llantos y sollozos dice él bebé de la casa ¡Mamá! ¡Papá!

Cuando vengas de regreso no te olvides de comprar un bombón, un chocolate.

Pero los minutos pasan y el reloj en la pared sigue dando ese tic tac.

Mientas mami en la puerta se detiene a revisar si algo no se le ha quedado, las llaves o el celular,

Se despide, dice hay vuelvo y sale de prisa a esperar el transporte de la empresa que le lleva a donde ha de ir a trabajar.

Da un suspiro, mira al cielo y al momento en pensar se refugia en un consuelo,

ruega a Dios en oración, que les cuide a sus hijitos de caer en la tentación que el patrón no la regañe por los minutos que perdió.

Esta es la triste vida de un pobre trabajador, desde que el día aclare hasta que se oculte el sol.

Selección poética tomada del libro Poesía de los pájaros pintados (Colombia 2013)

Fernando Chelle

Poeta, ensayista y crítico literario uruguayo nacido en la ciudad de Mercedes en 1976. Autor de los libros, Poesía de los pájaros pintados (Colombia 2013) Curso general de lectoescritura y corrección de estilo, guía para formular escritos correctos (Colombia 2014) y El cuento fantástico en el Río de la Plata (Colombia 2015). Ha formado parte de diferentes antologías poéticas. Sus poemas, ensayos y críticas literarias se han publicado en revistas, periódicos y portales literarios de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, EE.UU, España, México, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela. Administra el blog de autor PALABRA ESCRITA donde publica sus trabajos.

Página web: PALABRA ESCRITA http://palabraescritafernandochelle.blogspot.com/

Correo electrónico: [email protected]

Yo lírico

Poeta de la espuma circunstancial

cazador de recuerdos

de fragancias pasadas

avaro de ese cofre

donde descansa tu nombre

tallado a punta de diamante.

Poeta de un río, negro

como el abismo

y dulce como el oboe

alfarero de esa bohemia

hechicera de paso lento

ojos de fuego y manos de tierra.

Poeta del humo

cobijo del amor

que duerme y sueña,

descansa

en su nervio de ceniza alada.

Calles de mi ciudad

En estas calles de la ciudad mía,

y extranjero en las calles de mi ciudad

yo tuve patria donde corre el Negro

por entre verdes islas

y fantasmas de viejos eucaliptos.

Farolito de papel

Excepcional exilio voluntario y voluptuoso

solitaria rebeldía

pasionalmente anárquica

sueño ensoñado de belleza

subjetiva, idílica,

terreno exquisitamente melancólico

en la naturaleza apacible,

divina

místicamente enamorada del poeta

llama de la eternidad.

Al Gran Sol

Ilumina el templo con el poncho

que hasta los ricos se verán deleitados.

Pon tus hebras de fuego extendidas

sobre la tenebrosa y profunda unidad.

Has arder los rostros de los suicidas

para que con tu humo no se esfumen

y años de albañilería no sucumban

en un momento de derrumbamiento.

Entibia la guarida de la esperanza

que como un lagarto se dejará a-dorar

ante tu imperio de luz.

Infunde en mi tu poder,

haz que yo haga amanecer

encendiendo palabras y sonidos

colores y notas.

Mieles de luna

Donde, mi hechicera bohemia, andan tus pasos

tus ojos de fuego, tus manos de tierra.

Acaso arrastrarías tu manto de estrellas

por las estrechas calles de esta noche sin luna.

Ven a poblar mi soledad de árbol

mi ausencia sin canciones

mis poemas febriles

como viudas sin dote.

No dudaría en arrebatar tus labios de sangre

derramarme en la miel de tu vientre,

y guardar mis nervios, dagas que me atraviesan

en el cofre blanco que se esconde

en las lunas de tu pecho.

Casualidad

Mujeres altas

faunos de mi existencia.

El vértigo ha vuelto a apuñalarme,

ayer salieron de un recuerdo de Artaud,

recuerdo de una escoria,

hoy vienen con esta lluvia de jueves,

lluvia germinal,

altura de precipicio

de verticalidad

de erección infinita

de perspectiva que dirime

el extrañamiento

del salto.

Caeré en tu pecho

Caería como una manzana

fundido por tu dulzura,

precipitándome ante tu carne morena,

así podría beber de tus ojos de gata

y arrebatarte tus labios de sangre.

Caería como Adán ante Eva

en el cascabel de un nido de serpientes

y junto a ti, sublime

contra todo lo esperado

lograría despojarte de tus perennes hojas.

¡Oh mujer de mis delirios!

mi débil carne gime por ti

y siento que la sangre que me habita

late en tu pecho

como en su nido.

Patio de la abuela

Ciprés ascendente en precipitación vertical verde,

espinas de un marchito borracho combustible,

azahar de naranjos cargados de continuo,

nota amarilla de un limón colgante,

la tierra en su sequedad se ha partido.

1959 dicen tus pilares arcanos,

agujas que descansan en una

almohada de terciopelo,

lento como tu sombra veo caer el sol.

Tu bastón de la tarde

ha reflejado un grito

en el largo pasillo

que lleva a los pinceles.

El búfalo en su cueva observa extrañado

el discurso que un día supo ser resistencia

y ahora que tu perfume

no puebla ya esta tierra

llegó para quedarse tu verde melodía.

Retazos hondureños

Rodrigo Peréz-Nieves

Al comenzar el siglo XX, Honduras era un país agrario con medio millón de habitantes. En febrero de 1903, asumía la presidencia con respaldo popular el General Manuel Bonilla, siguiendo el ejemplo de los sátrapas, derogó, por séptima vez en la historia del país, la Constitución del Estado. Ese año, las relaciones con Guatemala se enrarecen y desembocan en una guerra que termina con el Pacto Barblhead. Ese mismo año también, el Rey de España dictó el laudo de límites con Nicaragua que llevó a la revisión de las tres líneas fronterizas. A causa del laudo, en 1907 estalla la guerra con Nicaragua que provoca la caída de Bonilla quien es derrocado por los liberales con el respaldo del presidente de Nicaragua José Santos Zelaya.

La prensa centroamericana post-girondina, inspirada en un criterio convencional y estrecho, donde no se pretendía más que anestesiar, con un lenguaje circunspecto y una habilidad sofisticada, la mente de las masas populares, seguía medrando al amparo del poder. El sopor que reinaba en las esferas sociales se reflejaba en los folletinistas, quienes faltos de acción y volición, rodeaban (todavía se acostumbra) al “tata” presidente de cada república, derramando sobre el pueblo sus ideas enervantes. No existía la prensa de oposición y de combate, estaba emparedada entre la sotana y la gorra militar.

El Dr. Lorenzo Montúfar se convirtió en el primer panfletista centroamericano de cuerpo entero que lanzaba sus vibrantes anatemas al grupo clerical que le respondía (como siempre) con sermones y excomuniones. Fue un ilustre hondureño que se llamó Álvaro Contreras (suegro de Rubén Darío) quien fundó el primer periódico, dándole nueva savia en las venas empobrecidas de la vieja ciudad colonial, “Suprimid el genio de Morazán y habréis aniquilado el alma de la historia en Centroamérica”. Sin la acción del héroe desaparece el drama de nuestra vida nacional. El patíbulo del General Morazán es para él una luminosa transfiguración; es “la esplendente nube en que puso firme el pie para remontarse al cielo” (Fragmentos del Discurso de Álvaro Contreras, pronunciado en San Salvador, el 15 de marzo de 1882, al colocar la estatua de bronce de Morazán en esa ciudad).

En el pueblo, de La Ceiba, bisemanario que redactaba don Francisco Mejía; en la mayoría de publicaciones de ese período predominó el editorial doctrinario, generalmente de política local, como el de El Estado, el Diario de Honduras o El Tiempo, letras añejas que rememoran mejores épocas. El Tiempo, diario del recordado don Froylán Turcios, fue de los primeros que dedicó una edición a uno de esos tempestuosos escritores, José Antonio Domínguez, poeta ilustre que tenía para su época el romanticismo de sus experiencias literarias clásicas y modernistas. Lamentablemente se llevó consigo un mundo de ideas y sensaciones que no quiso, o no pudo expresar, así como el homenaje al poeta Salomón Ibarra Mayorga quién nació en la floreciente ciudad de Chinandega, el 8 de septiembre de 1887.

Tegucigalpa. Hacia finales del siglo XIX destacó la labor realizada por el presidente Marco Aurelio Soto (1876-1883) con su Secretario de Estado, el ideólogo de la Reforma Liberal, Ramón Rosa. Bajo el mandato de Soto la capital de Honduras pasó de Comayagua a Tegucigalpa ya que esta comunidad se encontraba más cerca las minas; una de sus principales ciudades mineras fue la ciudad Santa Lucía, ubicada al este de Tegucigalpa hasta la actualidad muchas personas visitan este pequeño pueblo para observar lo que fue uno de los principales centros mineros de Honduras. Las malas lenguas cuentan que Marco Aurelio Soto tenía una amante en Tegucigalpa y fue un motivo más del traslado de la capital.

El comercio extranjero que en su mayoría invadió las principales ciudades se aprestaba a preparase por la llegada de la Semana Mayor. Los habitantes de las ciudades lucían en esa temporada sus mejores galas. Las casas se blanqueaban, salpicando las aceras de lluvias lechosas, confundiendo las acres emanaciones con el perfume imborrable de las flores de coyol que empezaban a llegar a los mercados procedentes del área rural. Daban inicio las lentas y solemnes procesiones con el sonido que llegaba desde el campanario de la iglesia San Francisco de Asís, templo que data de 1732.

Entre flores de palmeras; altares pobres y deslucidos bajo la lluvia de las flores de coyol, matracas que con su canto cual cigarras, hacían recordar por extraña evocación la niñez lejana, ángeles rosados y resplandecientes en andas, sermones gangosos sobre muchedumbre de rodillas; la Virgen con los siete puñales; el Cristo exangüe y sangriento, descendiendo de la cruz o amortajado en la vitrina que servía de ataúd.

Viernes Santo, silencio de agonía, de reflexión. La Gloria del Sábado y la procesión triunfante del Domingo de Pascua acompañada de una multitud risueña.

Parece que rondara un alma en pena. Ahora son los grillos... No, no escuches. Es el búho que llama desde lejos (...) Abre ahora los ojos, ya es muy tarde, ya los primeros rayos en tu alcoba se han deslizado tan furtivamente que ni siquiera los sintió la sombra. (Ibíd: 34).

Jorge Federico Travieso forjó uno de los mundos más delicados y consistentes que encontramos en la poesía hondureña y el cual se compiló con el nombre de La espera infinita. Dentro de los ciento cuatro poemas del libro, sólo encontramos tres o cuatro de tipo social. "Antaño era dulce" (el anciano que, en medio de su pobreza, maldice al capital); "Viejo criado de la casa" (deplora la vida de humillación del antiguo servidor familiar) y "La moral" (cuestiona a los pseudomoralistas, catones antojadizos de la conducta ajena, esquivos de sus propias faltas).

Posteriormente variantes del regionalismo se siguieron manifestando más acá de la segunda mitad del siglo XX. La razón la da Manuel Salinas Paguada cuando habla de la narrativa criollista determinada por el carácter agrario y feudal de la economía, que determina la máxima concentración de la población campesina en las zonas rurales donde impera una oligarquía terrateniente en posesión de las tierras cultivables.

Estos pueblos pobres observaron con desconfianza el comercio del banano que se hacía fluir a Norteamérica. Nuevos almacenes y edificios a costa del descuaje de bosques enteros. El dólar, omnipotente y sonoro, lo allanó todo, lo arrolló todo. Los mostradores de tiendas y cantinas rebosantes de parroquianos, era la apoteosis de Plutón, la gloria del metal maldito, el triunfo del capitalista sobre el trabajo sudoroso y jadeante del catracho… inicio de la toma de conciencia.

A lo largo de esos años, los compradores estadounidenses de bananas pasaron a ser cultivadores, mediante concesiones del gobierno, lo que les permitió hacer inversiones en la agricultura y convertirse en propietarios de la tierra. Normalmente los agricultores llevaban la fruta a las playas donde eran cargadas en lanchones y de ahí a los barcos estadounidenses que los transportaban a los puertos de EEUU.

A pesar de la bonanza, los fines de semana en Tegucigalpa se convertían en un abúlico y somnoliento pasar y mirar. En la mañana las campanas llamando a misa con su lúgubre tan, tan, tan. Una que otra devota asmática acompañada de los más pequeños de la familia se apresuraba a llegar a las gradas de Catedral. A su paso se cruzaban con los gomosos locales que flirteaban en la puerta del templo, haciendo muecas y “pidiendo” un trago para la “goma”.

Daban ganas de marcharse de esa fúnebre desolación de las calles. Los almacenes cerrados herméticamente, la vida comercial se estancaba. No quedaba más remedio que meterse a las cantinas a tomar cerveza o copas de "güisqui" tradicional. La juventud citadina con lo mejor de su guardarropa se paseaban en el Parque Morazán, fumando y haciendo la corte a las muchachas al son de los instrumentos de la Banda Marcial. A pesar de su ligero toque de modernismo, Tegucigalpa era una población a la antigua, melancólica y bostezante, sin tráfico ni vida.

En el rastro o matadero de bovinos construido al poniente de la población, junto a la orilla del Río Grande, se observaban hambrientas y soleadas a las víctimas que esperaban su turno atadas a postes. Mientras los verdugos, generalmente “engomados”, afilaban sus instrumentos. Se hacía el sacrificio de las pobres reses, ni más ni menos como en la época cuaternaria… tiempos aquellos.

Las veladas líricas literarias que se llevaban a cabo durante los juegos florales, se plasman en El Estadio y el Diario de Honduras: “La velada verificase en el Salón de retratos, florido de bellas mujeres, constelado de focos eléctricos, resplandecientes de tremoles, de la plata y el oro de los muebles. Dióse en él cita lo más selecto de nuestra sociedad…”

Se recuerda a Fausta Herrera, Rómulo Durón, Céleo Dávila, Rubén Bermúdez, Antonio Ochoa, Jerónimo Reyna, y muchos más que hicieron brillar las letras hondureñas, sin encharcar la prosa ni deshonrar la rima.

“Maldita sea! ¿Por qué no opté yo el grado de general, en vez de ese título comprometedor para ser ‘general’ no se necesita saber nada, ni siquiera haber peleado....”Extracto del cuento “Doctor General” escrito por Juan Pablo Wainwright, conocido dirigente popular fusilado en Guatemala por órdenes del dictador Jorge Ubico.

¡Silénciese el ave! no (sic) charlen los vientos,/ acalle la fuente su límpida estrofa:/ para esas dos almas, quietud y respeto,/ que se están amando cual no se aman otras. -El nixtamalero/ del amanecido/ chulito lucero/ yabía encendido./ Vos por la ladera/ veniyas bajando/choyuda jalando,/ la chele ternera,/ a la ternerita/ jayada entre unas/ borroñosas tunas/ una mañanita. Jorge Federico Zepeda (1883-1932)

Lista de referencias

Molina, Juan Ramón. Prosas. Ediciones del gobierno de Guatemala. Colección los clásicos del istmo. 1947.

www.exordio.com/1939-1945/paises/Latinoamerica/honduras.htm

www.ccj.org.ni/press/libros/lg/CorteMga/cm_cap1.htm

www.hondurasliteraria.org/

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Niña afrodescendiente, rallando coco, Lagoon Pearls, RACCS.

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