Género e Interculturalidad

El impacto del desarrollo y la propuesta del Buen Vivir desde los pueblos originarios del Ecuador

The impact of development and the proposal of Good Living from Ecuador´s original peoples

Luis Fernando Sarango 1
Pluriversidad Amawtay Wasi, Ecuador
José Saballos Velásquez 2
Universidad de las Regiones Autónomas de la CostaCaribe Nicaragüense, Nicaragua

Revista Universitaria del Caribe

Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense, Nicaragua

ISSN: 2311-5887

ISSN-e: 2311-7346

Periodicidad: Semestral

vol. 30, núm. 1, 2023

[email protected]

Recepción: 15 Marzo 2023

Aprobación: 17 Mayo 2023



Resumen: La implementación del desarrollo en el Ecuador ha sido un verdadero fracaso y ha causado un impacto negativo especialmente en los pueblos originarios y afrodescendientes cuyo alto precio sería su desapari- ción como pueblos. De manera contestataria, desde el seno de los pueblos originarios, surge la propuesta del Sumak Kawsay traducido al castellano como Buen Vivir, como proyecto de vida y como alternativa al desarrollo. Se torna necesario entonces, analizar sobre la implementación del desarrollo en el Ecuador y sus impactos, y frente a ello, valorar el significado real de la propuesta del Sumak Kawsay como proyecto de vida a mediano y largo plazo para todas las sociedades. En el presente ensayo, hacemos un breve recorrido de la historia económica del Ecuador, ubicamos algunas causas de su subdesarrollo y su eterna dependencia de los países “desarrollados”. Revisamos de manera sucinta el concepto original del Sumak Kawsay como propuesta de vida y alternativa al desarrollo y terminamos describiendo cómo el Buen Vivir constitucio- nalizado no es el Sumak Kawsay originalmente propuesto por los pueblos originarios.

Palabras clave: desarrollo, subdesarrollo, Mal desarrollo, Pueblos originarios, Ecuador, Buen Vivir.

Abstract: The implementation of development in Ecuador has been a true failure and has caused a negative impact, especially on native and Afro-descendant peoples whose high price would be their disappearance as peoples. In a rebellious way, from the heart of the original peoples, the proposal of Sumak Kawsay, translated into English as Good Living, arises as a life project and as an alternative to development. It becomes necessary, then, to analyze the implementation of development in Ecuador and its impacts, and in view of this, assess the real meaning of the Sumak Kawsay proposal as a medium and long-term life project for all societies. In this essay, we make a brief tour of the economic history of Ecuador, we locate some causes of its underdevelopment and its eternal dependence on “developed” countries. We succinctly review the original concept of Sumak Kawsay as a proposal for life and an alternative to development and we end up describing how the constitutionalized Good Living is not the Sumak Kawsay originally proposed by the original peoples.

Keywords: Development, underdevelopment, bad development, original peoples, Ecuador, good living.

I- Introducción

El paradigma del desarrollo y el desarrollo en sí, desde mediados del siglo XX, vienen siendo temas fundamentales en la vida de los estados, en las políticas económicas de todos los gobernantes y en el quehacer diario de los ciudadanos del mundo y nuestros pueblos. En realidad, la economía y todas las actividades que se derivan de ella, es un factor determinante para la vida de los seres humanos, para los países y el mundo globalizado en general, pero también para la madre tierra, espacio en el que se desenvuelve la vida de todos los seres.

En este contexto, entre otros, han sido los pueblos originarios y afrodescendientes en el Ecuador, los que han tenido que pagar un precio muy caro en el proceso de implementación del paradigma del desarrollo como un verdadero ensayo económico. Estos pueblos han sido los que han puesto sus vidas, inclusive, ante las consecuencias del mal desarrollo y el mal vivir3vigente hasta nuestros días, porque su gente han sido los que brindaron y brindan mano de obra barata o gratuita para casi todas las actividades económicas del país, incluso desde antes de su constitución en 1830.

Mediante este ensayo, analizamos brevemente sobre el impacto que ha causado la implementación del desarrollo en el Ecuador con énfasis en los pueblos originarios y al mismo tiempo, hacemos una apreciación de lo que significa la propuesta original del Sumak Kawsay traducido al castellano como Buen Vivir, como planteamiento de vida de los pueblos originarios para el futuro y para todas las sociedades.

II- Desarrollo

El desarrollo en el Ecuador

El Ecuador, es un país andino que se sitúa al noroeste de Suramérica, entre Colombia, Perú y el Océano Pacífico. Tiene una extensión de 283.560 km², con unos 18´000.000 habitantes, de los cuales al menos un 20% son indígenas u originarios4. Continentalmente, tiene tres regiones naturales como son: La Costa, la Sierra y la Amazonía. En esta última, quedan aún los más grandes bosques primarios, la mayor biodiversidad y la mayor reserva de agua dulce del planeta. Las islas Galápagos constituyen parte del territorio ecuatoriano.

Desde la lógica del Desarrollo, forma parte de los países subdesarrollados, pues se ubica en América Latina. Ecuador es un país con una economía dependiente, una inmensa deuda externa, proveedor de materias primas, exportador de banano y produce petróleo. Ha entrado por completo en el paradigma del desarrollo sin desarrollarse. Ha hecho esfuerzos por su modernización y aún no ha logrado su industrialización conforme al camino recorrido por los desarrollados.

Mediante la gestión de sus gobernantes de turno y sus políticas, viene soñando con el Desarrollo y oficialmente desde 1949, cuando el presidente Truman de los Estados Unidos anunció al mundo que hay desarrollados y subdesarrollados, poniéndonos a competir a todos los subdesarrollados o atrasados para lograr el anhelado Desarrollo sin importar los medios que deban usarse o los recursos que se deban sacrificar.

El presidente de los Estados Unidos, Harry Truman, en el discurso inaugural de su segundo mandato, pronunciado el 20 de enero de 1949, dijo:

Cuarto, debemos emprender un programa nuevo y audaz para que los beneficios de nuestros avances científicos y el progreso industrial, estén disponibles para la mejora y el crecimiento de las zonas subdesarrolladas. Más de la mitad de la población del mundo vive en condiciones cercanas a la miseria. Su alimentación es inadecuada. Su vida económica es primitiva y estancada. Su pobreza es un obstáculo y una amenaza tanto para ellos como para zonas más prósperas. (p.4)

En la década de los 50 del siglo XX, se instala en el Ecuador el llamado boom bananero, cuando las exportaciones de la fruta dejaron muchas ganancias tanto a los empresarios y exportadores como al fisco, facilitando de alguna manera el inicio del desarrollo mediante la infraestructura vial y otras obras de infraestructura básicas. En realidad, fue una época de bonanza económica debido a la gran depresión y a las secuelas económicas que dejó la II Guerra Mundial, especialmente en Europa.

El «boom bananero» aceleró el proceso de urbanización de la costa, consolidó el Estado e inició la política industrial en base al modelo de sustitución de importaciones. Entre 1948 y 1952 debido al financiamiento del recientemente fundado Banco Mundial, se construyeron 3.500 kilómetros de carreteras. Además durante este periodo, el Banco de Fomento otorgó créditos a los agricultores en condiciones muy favorables. (Arosemena, 1993, p. 125)

La era petrolera en el Ecuador empezó de manera definitiva en 1972, cuando se inauguró el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y un «segundo boom» petrolero a finales del año 2003, con la construcción del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP). Desde entonces (1972), inclusive, somos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Pese a los colosales ingresos económicos por concepto de venta de petróleo, si acaso hubo crecimiento económico, hubo un mal desarrollo y mal vivir, no despegó el desarrollo en el Ecuador y quizá hubo algún proceso incipiente de industrialización. Con los gobiernos de corte populista creció el tamaño del Estado y la burocracia, se hicieron obras fastuosas, pero fue solo una élite que se benefició de esta bonanza económica. Más, los problemas económicos y sociales propios de las clases sociales desfavorecidas, se agudizaron por completo, agrandando la pobreza y la desigualdad ya existentes.

El país aceleró su tardía industrialización sustitutiva de importaciones (isi), pero se vio obligado a detenerla en 1982, debido a la crisis de la deuda externa. En la «década perdida» Ecuador, como los demás países de América Latina, inició la asimilación de un nuevo modelo económico que con el correr del tiempo se transformó en toda una doctrina. (Oleas, 2013, p. 9)

En efecto, pese a los ingentes ingresos económicos que no han sido pocos, pese a un endeudamiento agresivo en épocas de crisis, el proceso de industrialización no ha llegado. En realidad, Ecuador depende mucho de las importaciones que hace de los países industrializados. Vende materia prima y compra productos elaborados, lo que ha determinado prácticamente una enorme y eterna dependencia.

En este sentido, el Desarrollo como paradigma en el Ecuador ha fracasado. Pues de que haya habido crecimiento económico en épocas determinadas, seguramente lo hubo, pero se puede notar por todas partes que bienestar humano a nivel general no ha existido, que como tenemos dicho, tan solo una élite, una oligarquía y las transnacionales han disfrutado y disfrutan de los beneficios del crecimiento económico.

Cabe señalar, que inclusive en las épocas de crisis, las oligarquías locales siempre salen beneficiadas. Así por ejemplo cuando los bancos quiebran o están por quebrar, los gobiernos de turno recurren al Estado para su salvataje sin importar que el dinero desaparecido se lleven los mismos banqueros, haciendo el papel de cómplices para la materialización de este atraco.

El Ecuador, siendo un país pobre, atrasado y subdesarrollado, al tener una economía dependiente, sin embargo, poseedor de grandes recursos naturales, apostó por la vía del desarrollo como todos los países del tercer mundo, sin lograr hasta ahora el tan mentado desarrollo. Las grandes preguntas serían. Si todos los países del mundo pasan a ser desarrollados, ¿qué países serán los que provean a estos de las materias primas, o los que se endeuden? ¿O, los que trabajen en las maquilas y ensambladoras o sea los que sostengana los desarrollados? ¿Verdad que por lo tanto nunca pasaremos a ser desarrollados? Si no salimos de este espejismo del desarrollo, estamos condenados, como ya lo somos, a ser subdesarrollados para siempre.

Desarrollo y pueblos originarios

Los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador5 como así se autodenominan, desde la Constitución del Ecuador como estado-nación han sido excluidos y no han sido tomados en cuenta como actores del quehacer económico, político y social de este país. Pues como es conocido por todos, los gobiernos de los países donde habitan pueblos originarios han practicado una política segregacionista con respecto a los pueblos originarios y afrodescendientes y solo han usado a estos como mano de obra gratuita y/o barata en las labores agrícolas y ganaderas de las grandes haciendas, en la industria de la construcción, en la minería, en las labores domésticas, etc.

Desde la llegada de los españoles a Abya Yala6 y una vez constituido el Ecuador, se han registrado varios levantamientos y protestas en contra del poder colonial y después, del poder estatal por parte de los pueblos originarios y afrodescendientes. Esto quiere decir que nunca estuvieron conformes dentro del tipo de estado ideado por los criollos y, es más, rechazaron siempre la exclusión de la que fueron víctimas, pues estos estados fueron fundados unilateralmente con la perspectiva colonialista de que en lo posterior, estos pueblos, aun siendo mayoritarios, deberán ser asimilados con el tiempo, al proyecto de “moderno Estado-nación” (Quijano, 2014, p. 807), que finalmente terminó imponiéndose.

Precisamente por eso, es que este tipo de estados con fuerte carga colonial, implantaron políticas asimilacionistas dentro de la lógica de preparar el terreno para la implementación plena del paradigma del desarrollo. Solo así se explica que, durante los años 50 y 60 del siglo XX, en los países andinos de Bolivia, Perú y Ecuador se estableció una Misión Internacional indigenista de Asistencia Técnica7 que para el caso del Ecuador más tarde se denominaría la Misión Andina del Ecuador.

La Misión Andina del Ecuador, fue una entidad liderada en sus inicios por extranjeros en su mayoría de origen norteamericano y que luego pasó a depender del entonces Ministerio de Previsión Social y Trabajo. Era el indigenismo como teoría antropológica de la época al servicio del desarrollo. El objetivo principal de esta entidad de asistencia indigenista fue el Desarrollo Comunitario, que en fin de cuentas buscaba romper las formas tradicionales de organización y modernizarlos, es decir, individualizarlos para poder obtener como producto, campesinos y proletarios urbanos “libres”; que a la final lo han logrado.

La Reforma Agraria, fue otra apuesta de los Estados Latinoamericanos inclusive con el apoyo de los Estados Unidos mediante la famosa campaña continental Alianza para el Progreso. Este fue un gran esfuerzo para la modernización de estos países; sin embargo, no pasó de ser una campaña, pues la dicha reforma se dio a medias y las mejores tierras fueron acaparadas por los terratenientes para ser destinadas a la agroexportación.

La reforma agraria marcó así un parteaguas en la evolución social de los Andes ecuatorianos en tanto que, gracias a la aceleración que supuso en la integración de las comunidades indígenas al mercado y al Estado, “la conciencia de pertenecer a un grupo “nosotros”, que inicialmente era definido en el ámbito local”, se transformó “en un sentimiento de pertenencia a una gran comunidad de indígenas”. (Lentz, 1997, p. 226)

Posteriormente, con la asistencia del Banco Mundial, vendrían al Ecuador los famosos Proyectos de Desarrollo Rural Integral DRI, tales como Fondo de Desarrollo Rural Marginal (FODERUMA), Proyecto de Desarrollo de Pueblos y Nacionalidades del Ecuador (PRODEPINE), Proyecto de Desarrollo Rural Saraguro Yacuambi, entre muchos otros, que vienen a marcar toda una etapa de concreción del neoliberalismo, que a decir de Grindle (1986):

La apuesta por los DRI como alternativa a la reforma agraria, hecho consumado ya a finales de los años setenta, implicó el abandono de la pretensión de una transformación global de la sociedad rural en aras de actuaciones parciales y circunscritas a determinados grupos de productores. (p. 67)

La actividad petrolera, siendo como es, un pilar fundamental para la economía del Ecuador, ha sido como una especie de maldición para los pueblos originarios, ha impactado negativamente en la vida individual y colectiva de estos pueblos que viven especialmente en la amazonia, porque su extracción afecta directamente a sus territorios ancestrales, paradójicamente es en sus territorios donde se encuentran los yacimientos petrolíferos más grandes del Ecuador.

En primer lugar, cercenan o se toman los territorios originarios y se producen los traslados forzosos de pueblos enteros. Aquí se produce la violación sistemática de los derechos humanos cuando son desalojados de sus territorios originarios y asesinan inclusive a los líderes que defienden sus territorios y sus derechos humanos como pueblos. Todos esos delitos quedan en la impunidad con la venia del Estado.

Luego, ya en la fase de explotación, destruyen el tejido social de esos pueblos mediante la cooptación de sus dirigentes, la división de sus organizaciones tradicionales, la introducción de mecanismos de individualización y los vicios sociales como la drogadicción y la prostitución que toda actividad minera lleva consigo. En definitiva, la actividad petrolera tiene como resultado la desaparición definitiva de los pueblos afectados.

A la par de la actividad petrolera, otro flagelo para los pueblos originarios de la Amazonía y la costa, es la deforestación de los últimos bosques que quedan hasta estos tiempos. La actividad maderera tiene desde individuos intermediarios hasta grandes empresas que de manera legal e ilegal comercializan la madera sin tomar en cuenta los impactos negativos medioambientales que a corto y mediano plazo esta actividad causa. Y en este sentido, es el propio Ministerio del Ambiente, encargado de ejercer un control estatal sobre esta actividad, que actúa como cómplice ante este crimen contra la naturaleza y la humanidad.

En los últimos tiempos, en el Ecuador, ha sido también la actividad minera la que viene marcando una nueva problemática que ha llamado la atención y la conciencia de muchos pueblos originarios y organizaciones sociales, que han elevado su lucha por defender especialmente el agua, los bosques, la fauna silvestre, en fin, los derechos de la Madre Tierra, frente al desastre medioambiental que causa todo proyecto minero.

Lamentablemente, el Estado ha puesto de manifiesto que por mandato constitucional tiene la propiedad de los recursos del subsuelo y en ejercicio de este derecho ha concesionado bastos sitios de la amazonia, la Sierra y la Costa a empresas extranjeras de origen chino, australiano y canadiense para la explotación de cobre, oro y plata especialmente. Hay que tomar en cuenta, como ya hemos señalado, que casi la mayor parte de los yacimientos mineros se encuentran en el subsuelo de las tierras que pertenecen y pertenecieron desde siempre a los pueblos originarios.

En resumen, el precio que han pagado los pueblos originarios del Ecuador en este intento del Estado por hacer realidad el sueño del Desarrollo, ha sido demasiado caro, porque se ha pagado y se sigue pagando con la propia vida de sus líderes y a la postre con la desaparición total de los mismos pueblos.

La propuesta del Sumak Kawsay o Buen Vivir como alternativa al desarrollo

A mediados de la década de los 90 del siglo XX, desde el seno de los pueblos originarios y desde sus diversas lógicas del mundo, desde lo local hacia lo global, especialmente en los países del mundo andino, y como es obvio, frente al fracaso del desarrollo que ha causado una verdadera crisis del paradigma civilizatorio eurocéntrico occidental a nivel global, surge una propuesta de vida como una alternativa al desarrollo,una propuesta de convivencia armónica horizontal no competitiva y basada en los principios originarios de reciprocidad y complementariedad, y esta es la propuesta del Sumak Kawsay o Buen Vivir.

El Sumak Kawsay8 o Buen Vivir, entendido como una propuesta de vida comunitaria, que se origina de la concepción filosófico-cósmica, recíproca-complementaria, bioética, de la vida individual y colectiva de los pueblos originarios que se nutre permanentemente de la diversidad de experiencias históricas y realidades actuales, desde lo local hacia lo global, cuyo objetivo radica en recuperar la felicidad comunitaria relacional9, la vida plena, la vida en armonía complementaria con el todo y en equilibrio material y espiritual como alternativa a la crisis civilizatoria eurocéntrica, causados por el llamado desarrollo y el capitalismo global.

Desde luego que, a partir de su surgimiento público, el Sumak Kawsay o Buen Vivir ha sido objeto de apropiación por muchos intereses e interesados en el tema, especialmente desde el campo político electoral. Depende de quién la interprete para explicar sus intereses, pues en el caso del gobierno de Correa por ejemplo, se expropió el Sumak Kawsay traducido como Buen Vivir para sus intereses políticos populistas, vaciando su contenido original y dotándole de uno nuevo, acorde con el capitalismo, para que responda a los intereses coyunturales proselitistas de su gobierno.

Los pueblos originarios, tienen su propia concepción del Sumak Kawsay o Buen Vivir que en nada tiene que ver con el Desarrollo como constructo exclusivo del paradigma civilizatorio eurocéntrico occidental. Pues este concepto–propuesta, surge de las concepciones filosóficas económicas profundas de dichos pueblos que han logrado resistir al capitalismo y que muchos de ellos, inclusive, llegarán intactos al Postdesarrollo, con una praxis de vida diametralmente opuesta al paradigma del desarrollo capitalista impuesto.

Al respecto, Cortez (2009) nos dice:

El “Sumak Kawsay” referido a tradiciones indígenas andinas y amazónicas tiene la forma de un concepto holístico porque entiende la vida humana como parte de una realidad vital mayor de carácter cósmico cuyo principio básico es la relacionalidad del todo. (p. 5)

Por lo visto, la propuesta no se ubica dentro de la lógica del capitalismo, dentro de los cánones de la civilización eurocéntrica occidental, dentro de las ambiciones de dominio de una civilización hegemónica. Alude a un sistema de vida diferente, a otras lógicas del mundo, a otras reglas y por lo tanto no podemos decir que es un concepto que habla de un nuevo tipo de desarrollo.

(…) desde la visión de los marginados por la historia, desde los pueblos y nacionalidades indígenas, se planteó el Buen Vivir, sumak kawsay (en kichwa) o suma qamaña (en aymara) como una oportunidad para construir otra sociedad sustentada en una convivencia ciudadana en diversidad y armonía con la Naturaleza, a partir del reconocimiento de los diversos valores culturales existentes en el país y en el mundo. (Tortosa, 2011, pp. 13-14)

En la medida que esta propuesta de vida lleva implícita la necesidad de superar el sistema de vida capitalista en todas sus fases, cuya piedra angular ha sido y es la propiedad privada complementada con el individualismo y retomar un sistema de vida comunitario, biocéntrico y bioético, cuyas relaciones de poder sean horizontales y fraternas, donde prime la gran familia, lo colectivo sin afectar los derechos individuales, es sin lugar a dudas una propuesta de vida alternativa al Desarrollo.

El Buen Vivir constitucionalizado, como simple eslogan del populismo

Señalaremos finalmente que, en la Constitución ecuatoriana del 2008, la Asamblea Nacional Constituyente, incluye el Título VII, al que llama “Régimen del Buen Vivir” y que consta de setenta y cinco artículos. Para entonces el Buen Vivir, estaba vigente en el discurso de Alianza País, el movimiento político de Rafael Correa y en el de varios partidos y movimientos sociales y, desde luego, en el discurso del movimiento indígena como Sumak Kawsay.

Podríamos decir que tras un prolongado “lobby” por parte del movimiento indígena en la Asamblea Nacional Constituyente, se constitucionaliza el Sumak Kawsay, aun cuando, con el nombre traducido de Buen Vivir. Esta constitucionalización generó mucha expectativa porque en un inicio se creyó que en efecto el Sumak Kawsay, concebido desde la cosmovisión del movimiento indígena era el que se había constitucio- nalizado; sin embargo, ya constatando el espíritu de la redacción y la posterior praxis de este Buen Vivir en el transcurso de la década del gobierno de Rafael Correa, se llega a la conclusión de que se trataba de algo muy diferente, de un nombre folklorizado acorde a los cánones del capitalismo, es decir, un simple eslogan del populismo gobernante de aquella época.

A decir del economista Pablo Dávalos (2007):

En el buen vivir caben tanto las nociones del desarrollo como crecimiento económico, cuanto las nociones del buen vivir de las comunidades, pueblos y nacionalidades del Estado plurinacional […]. Entre los sistemas de producción del buen vivir, estaría tanto aquel del mercado y el capitalismo, pero como parte de algo más grande: la diversidad. (p. 75)

Así, un Buen Vivir, vaciado de su contenido original indígena pero dotado de otro contenido a conveniencia del populismo gobernante de la época o como “concepto ómnibus, en el que cabe todo, y nada de la misma” (Cubillo-Guevara, 2016, p. 134), pasa a formar parte de la Constitución como un simple eslogan y no necesariamente como alternativa al desarrollo. El desarrollo, como elemento clave del capitalismo.

III- Conclusiones

▶ Terminada la II Guerra Mundial, el 20 de enero de 1949, el presidente de los Estados Unidos, Harry Truman, lanza oficialmente el paradigma del Desarrollo. Estados Unidos que salió ileso de la II Guerra Mundial en su estructura económica, se aprestaba entonces a dominar el mundo y para ello necesitaba proyectar una filosofía paradigmática, un ejemplo que brinde confianza a nivel planetario. Es para ello que usa el paradigma del Desarrollo.

▶ El Desarrollo, es una idea, es una ilusión. Es un constructo del paradigma civilizatorio occidental que ha servido para legitimar el dominio y para implantar un modelo de vida desigual, organizado en estratos, clases sociales y razas a nivel planetario.

▶ La imposición del Desarrollo en el Ecuador, ha tenido su propio ritmo. Desde su constitución como Estado, su economía dependía de España, Inglaterra y en lo posterior de Estados Unidos, todos estos países llamados desarrollados. Desde entonces y hasta la actualidad, tan solo, somos proveedores de materias primas y ni siquiera ha llegado la esperada industrialización, paso previo al “desarrollo”. Si dependemos de estos y otros países desarrollados, ¿será que algún día seremos desarrollados?

▶ Es posible que la oligarquía criolla ecuatoriana sepa lo que está haciendo. El papel de tonto útil al servicio de los intereses de los Estados Unidos y Europa. Es por ello que casi nada les interesa enrealidad respecto al Desarrollo del Ecuador si acaso se diera algún día. Lo que en realidad les interesa es, mantener su estatus, sus privilegios económicos y su Buen Vivir propio y a su estilo.

▶ Los pueblos originarios del Ecuador y los afrodescendientes han recibido un impacto totalmente negativo en la implementación del paradigma del desarrollo. El precio a pagar sería con su desaparición como pueblos, inclusive. El desarrollo ha sido un castigo económico y una oferta que nunca podrá ser cumplida.

▶ Muchos pueblos originarios, especialmente de la Amazonía, tuvieron la suerte de no conocer y vivir el capitalismo. No vieron cómo unos pocos, acumulan dinero y bienes materiales bajo condiciones de explotación y robo, desarmonizan y destruyen la vida comunitaria e imponen su dominio sobre las mayorías. Y eso es real, y quizá por eso mismo, ahora son un ejemplo en sus estrategias de sobre-vivencia y las formas económicas otras de vida que adoptaron. Especialmente llaman la atención, la práctica de sus relaciones económicas desmonetizadas.

▶ Frente al estrepitoso fracaso del Desarrollo que ha causado una verdadera crisis del paradigma civilizatorio occidental, los pueblos originarios de Abya Yala o América y en particular los del Ecuador, han sustentado y expuesto al mundo un nuevo proyecto de vida no solo para ellos, sino también para todas las sociedades, y este, es el Sumak Kawsay que ha sido constitucionalizado como Buen Vivir en el Ecuador, aun cuando, con un contenido desarrollista, vaciado de su contenido original y más cercano a un simple eslogan de un régimen populista.

▶ La propuesta del Sumak Kawsay, es en sí, una propuesta de vida y de coexistencia desde las lógicas del mundo de los pueblos originarios. Rebasa a la simple propuesta económica y los límites del propio paradigma del Desarrollo. Que esta propuesta sea vista como inviable por ser precisamente emanada desde la periferia, desde los excluidos, desde los pueblos originarios, es ya un asunto político que no deja de ser racista. Pero desde la aplicabilidad, veamos cómo los proponentes lograron existir y resistir por siglos ante el embate del cacareado progreso, del desarrollo y del capitalismo globalizado.

Referencias

Arosemena, G. (1993). El comercio exterior del Ecuador: Periodo Contemporáneo, 1921-1990. (Vol. III). Universidad de California.

Cortez, D. (2009). Genealogía del “buen vivir” en la nueva constitución ecuatoriana [Ponencia]. Seoul, Ewha Womans University.

Cubillo-Guevara, A. P. (2016). Genealogía inmediata de los discursos del buen vivir en Ecuador (1992-2016). Universidad de Huelva.

Dávalos, P. (2007). Modelos de desarrollo y régimen económico [mimeo]. Montecristi: ANC.

Grindle, M. (1986). State and Countryside. Development Policy and Agrarian Politics in Latin America. Johns Hopkins University Press.

Lentz, C. (1997). Migración e identidad étnica. La transformación histórica de una comunidad indígena en la Sierra ecuatoriana. Abya-Yala.

Oleas, J. (2013). Ecuador: 1972-1999: Del desarrollismo petrolero al ajuste neoliberal. Santiago.

Quijano, A. (2014). Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina. En Danilo Assis Climaco (selección), Cuestiones y horizontes: de la dependencia histórico-estructural a la colonialidad/descolonialidad del poder (p. 807). CLACSO.

Tortosa, J. M. (2011). Maldesarrollo y mal vivir. Pobreza y violencia a escala mundial. Ediciones Abya Yala.

Truman, H. (1949, 20 de enero). Discurso inaugural presidencial. https://perio.unlp.edu.ar/catedras/plani-politicasdecom/wp-content/uploads/sites/162/2020/08/Discurso-Inaugural-Truman.pdf

Notas

3 Mal desarrollo y mal vivir. Frase acuñada por José María Tortosa.
4 Hay un serio cuestionamiento de parte del movimiento indígena del Ecuador, respecto del porcentaje de indígenas que el Censo Nacional de población 2010 ha determinado. Este Censo, estableció que: el 71,9% se identifica como mestizo, el 7,4% como montubio, el 7,2% como afroecuatoriano, el 7% indígena, como blanco 6,1% y otro 0,4%.
5 En el Ecuador, actualmente existen 14 nacionalidades y 18 pueblos legalmente reconocidos por la Constitución.
6 Abya Yala, en lengua Kuna. Abya: Sangre. Yala: Tierra. Tierra de Sangre. Si la sangre es la esencia de la vida, entonces será: Tierra de sangre vital o Tierra de Vida. Nombre que los pueblos originarios contemporáneos han dado al llamado continente americano.
7 Esta misión se creó, de acuerdo con una Resolución de la OIT adoptada en su IV Conferencia Regional Americana (Montevideo 1949).
8 Vivir a plenitud o vida en armonía.
9 La felicidad del ayllu, la gran familia, la comunidad.

Notas de autor

1 Máster en Docencia Universitaria, Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (URACCAN). Doctorando en Estudios Interculturales URACCAN. Pushak de la Pluriversidad Amawtay Wasi. Docente de Pluralismo Jurídico de la Maestría en Derecho, mención Derecho Constitucional Universidad Indoamérica, Quito. Correo: [email protected], ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0512-251X

Master in Higher Education by the University of the Autonomous Regions of the Nicaraguan Caribbean Coast (URACCAN). PhD Candidate in Intercultural Studies from URACCAN. Pushak of the Amawtay Wasi Pluriversity. Email: [email protected], ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0512-251X

2 Doctor Internacional en Estudios de Desarrollo. Profesor Investigador de Universidad de las Regiones Autónomas de la CostaCaribe Nicaragüense. Correo: [email protected], ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0160-1532

Ph.D. in Development Studies. Research-Professor at the University of the Autonomous Regions of the Nicaraguan CaribbeanCoast. Email: [email protected], ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0160-1532

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